¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un conjunto de procesos psicológicos y fisiológicos que aparecen cuando se perciben peligros reales o percibidos, y que nos predispone a reaccionar rápidamente a la menor señal de que hay que hacerlo. Hace que el sistema nervioso permanezca en un estado de alta activación, de manera que se vuelve más sensible a los estímulos imprevistos.
Se trata de una respuesta adaptativa del ser humano, siempre que esta sea proporcionada al estímulo que la desencadena. Es una señal de alarma que si se prolonga en el tiempo sin motivo aparente, nos está avisando de que tenemos algo que revisar en nuestra vida.
Otro aspecto positivo de la ansiedad es su relación con el rendimiento, descrita en la Ley de Yertes-Dobson en 1908; esta ley expone que ante una situación estrés, como por ejemplo presentarse a un examen, la ansiedad aumenta, pero también hay un aumento de la eficacia, atención y rendimiento en la respuesta, siempre que no se pase de unos límites. Si sobrepasamos esa línea, entonces desciende el rendimiento y se bloquean los procesos de recuperación de la información.
La ansiedad comienza a preocuparnos cuando aparece de repente, de forma injustificada y sin motivo aparente. Si los síntomas físicos son muy elevados, además nos asustaremos. Taquicardia, dificultad para respirar, mareo, tensión muscular, etc, son algunos de los síntomas característicos de la ansiedad. Cuando su aparición se mantiene en el tiempo, de forma elevada y ante estímulos que no suponen una amenaza real, es cuando hablamos de una ansiedad desadaptativa.
Cuando la ansiedad se manifiesta sin aviso previo o razón aparente, puede generar una merma de la autoestima y el “miedo a volverse loco” típico de la ansiedad; esto a su vez genera una bajada del ánimo y un sentimiento de indefensión.
En ocasiones, el estrés, la aparición de problemas o dificultades concretas, algún suceso traumático o la pérdida de un ser querido, son algunas de las causas que se encuentran tras la ansiedad.
Ejemplos de trastornos de ansiedad
Esta ansiedad desproporcionada da lugar a las distintas manifestaciones o cuadros de ansiedad que llegan a adoptar la forma de una psicopatología. Se trata de fenómenos psicológicos de relevancia clínica y en los que la ansiedad genera muchos más problemas de los que permite evitar, y a veces incluso da paso a complicaciones de salud física o incluso hace que las probabilidades de desarrollar otras psicopatologías.
Los principales trastornos de ansiedad son los siguientes:
- Trastorno de ansiedad generalizada (TAG).
- Crisis de Ansiedad.
- Crisis de pánico.
- Agorafobia
Síntomas físicos de la ansiedad
Estos son los principales síntomas físicos de la ansiedad.
- Taquicardia.
- Sensación de presión en el pecho y de que falta la respiración.
- Tensión muscular y temblores.
- Sudores fríos.
- Hormigueo en extremidades, sensaciones de piel acorchada.
- Dificultad para conciliar el sueño o despertarse sobresaltado en mitad de la noche.
- Falta de apetito o comer en exceso y sin hambre.
- Tensión o nudo en el estómago.
- Sensación de mareo, etc.
Síntomas cognitivos
Entre los síntomas cognitivos de la ansiedad destacamos los siguientes.
- Pensamientos excesivamente negativos o catastrofistas.
- Pensamientos recurrentes de miedo a que aparezcan los síntomas físicos, anticipándolos.
- Pensamientos de anticipación al futuro, con miedo al devenir y a la incertidumbre.
- Dificultad para mantener la atención y concentración, bajando significativamente la capacidad de memoria
- Desorientación y sensación de pérdida de control**.
- Miedo a volverse loco/a.
Síntomas conductuales de la ansiedad
- Se evitan sitios concurridos o salir solo de casa.
- Se pueden llegar a evitar las relaciones sociales.
- Comprobar constantemente para tener sensación de control, ya sea sobre el futuro por miedo a la incertidumbre, miedo a una enfermedad, etc. Se suele hacer preguntando a familiares y amigos, ideando al médico más de lo habitual, etc.
- Comprobar constantemente que todo está en orden, para sentir cierto control.
Todos estos síntomas de la ansiedad contribuyen a que el problema se mantenga, al establecer una "salida" o solución a corto plazo pagando el precio de perpetuar la existencia de la alteración de ansiedad. Como veremos, esta clase de alteraciones psicológicas casi siempre desaparecen únicamente cuando se aprende a afrontar la ansiedad, en vez de intentar bloquearla o evitarla. De este modo, se sale del círculo vicioso.
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